En esta nueva
entrada os presento un modelo de contrato muy sencillo que podeis utilizar con
vuestro alumno TEA.
Lo elaboramos
para mejorar la conducta de un alumno que está escolarizado en el primer curso
de Primaria y lo llevaremos a la práctica tanto en el contexto escolar como en
el hogar, contando con la colaboración de la familia.
A este alumno
le cuesta esfuerzo permanecer sentado en su silla en el colegio a la hora de
trabajar. La familia nos confirma que en casa se repite la misma situación.
Por ello entre
todos (profesionales que trabajamos con el niño y familia) hemos decidido
elaborar un contrato para que el alumno adquiera y consolide una determinada
conducta y hábitos, estableciendo unas normas muy sencillas pero estrictas para
que de verdad nos ayuden a modificar la conducta.
Para ello
hemos seleccionado unas conductas que se van a reforzar positivamente cuando
aparezcan, asignándole una “carita alegre”. Cuando estas conductas no aparezcan
le asignaremos una “cara triste”.
Consideramos
que son conductas abordables y las hemos formulado en positivo:
● Me
levanto de mi silla cuando he terminado la tarea
● Pido
permiso para levantarme
Hemos decidido
que cuando la conducta se ha cumplido (por ejemplo me levanto de la silla
cuando he terminado la tarea) le colocaremos la pegatina de la carita sonriente
inmediatamente.
A los
compañeros del alumno le daremos pautas acerca de cómo pueden dar una respuesta
adecuada para servir de modelo y ser cómplices del niño TEA y participarán de
forma activa en el contrato elogiando los logros de nuestro alumno, pidiéndole
que expresen cómo se sienten acerca del comportamiento que ha tenido hoy mediante
sonrisas, alabanzas, o elogios como por ejemplo: “Que tranquilo has estado…”,“
Cómo me gusta que hayas conseguido una “cara sonriente” ,etc.
Al terminar la
semana hemos establecido entre todos concederle un premio final que sabemos que
al niño le encanta: le dejaremos jugar a su juego favorito en el ordenador, en
función de las caritas contentas que ha conseguido.
Llevaremos a
cabo reuniones de seguimiento con la familia cada 15 días para aclarar, afirmar
o recalcar cuestiones que lo requieran y para reforzar y valorar los cambios
positivos que se vayan produciendo.
El registro lo
llevará a casa al finalizar la jornada escolar para que su familia conozca el
comportamiento de ese día y al día siguiente volverá de nuevo al cole firmado
por los padres.
Aunque este
contrato se llevará a cabo fundamentalmente en el aula, incluiremos el refuerzo
de los padres por el progreso establecido.
En el aula
colocaremos encima de la mesa del alumno
un tablero (lo hemos preparado con una cartulina tamaño folio en color azul clarito , plastificada y doblada por la mitad) al que le hemos puesto una tira de velcro en sentido
horizontal y sobre ella pegaremos esta
secuencia de pictogramas:
Además, en
casa su
familia también trabajará esta conducta utilizando la misma secuencia de
trabajo, cambiando unicamente el premio final (en este caso será el pequeño
coche rojo que sus padres le regalaron el día de su cumple y por el que el niño
tiene una gran fijación).
VALORACIÓN
Consideramos
que los resultados obtenidos han sido muy positivos, tanto en el colegio como
en casa, y poco a poco el alumno va consiguiendo permanecer sentado durante más
tiempo realizando sus tareas.
Todos estamos
muy satisfechos con el trabajo realizado, y gracias al esfuerzo y constancia de
su familia y también a la gran implicación de los profesionales que trabajan con el niño,
conseguiremos que el alumno adquiera y
consolide esta conducta.
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