lunes, 23 de abril de 2018

DEBATE


Con el fin de mejorar los logros educativos y la calidad de vida de los niños con autismo es necesario orientar las investigaciones a la consecución de resultados valorados y objetivos.
Es muy importante tener un mayor conocimiento del TEA, pues conlleva al desarrollo de recursos de intervención más eficientes, pero el día a día de la convivencia con el autismo exige, además de unos mayores conocimientos de carácter técnico del problema, grandes dosis de empatía y confianza entre los afectados por el trastorno, sus familiares y todos los profesionales que les prestan apoyo.
La educación inclusiva en centros públicos para alumnos con retrasos graves en el desarrollo es posible y necesaria, con la adaptación en infraestructuras y en currículos educativos, que deben hacer las instituciones, para prestar un servicio educativo de calidad personalizado para que los alumnos puedan aprender con las herramientas más apropiadas.
Es fundamental también que los maestros de los colegios públicos tengan una preparación para atender a  un alumno de estas características, porque muchas veces, cuando se habla de recursos o de servicios, hay uno que normalmente no se comenta como tal recurso y es la formación del profesorado. Esta formación no debe limitarse solo al profesorado especialista, porque si hablamos de integración incluida en el currículum, tenemos que tener en cuenta también la formación del profesorado de las distintas áreas o materias  y de los tutores.
Pienso que lo que se debería de hacer cuando en un centro hay un alumno con una determinada discapacidad, sería formar en esa discapacidad a todo el profesorado implicado en la educación de ese alumno.
A la hora de elegir la educación para un niño con TEA en un centro ordinario o en un centro de educación especial debemos tener en cuenta que el centro sepa atender a la diversidad del alumnado, sin producir diferencias, pero considero que no puede haber una inclusión donde no hay unos tratamientos adecuados. A un alumno que tenga una mayor gravedad dentro de la sintomatología autista, podrá facilitársele la inclusión en un centro ordinario si el centro dispone de los servicios que necesita. Sin embargo, si queremos escolarizar a un niño que tenga unas necesidades menores en el cuadro de tipo autista, en un centro ordinario, pero que no dispone de los servicios que precisa, sería necesario escolarizarlo en un centro de atención preferente o en un CEE que disponga de esos servicios.
En definitiva, debemos reflexionar sobre el hecho de que a veces hacemos una inclusión en la escuela y vemos como nuestros alumnos y alumnas están solos, solos socialmente, ¿dónde está entonces la inclusión?, ¿de qué ha servido? Es necesario, pues, que siempre se dé una continuidad, que la sociedad y la escuela vayan juntas, facilitando en todo momento la provisión de los apoyos que sean necesarios.

 He elaborado este trabajo a partir de la lectura de los  artículos:"Una escuela para Juan" (Arbea y Tamarit,1999) y "Modelos Educativos para una vida de calidad"(Tamarit,2005) y también me he basado en las aportaciones de la Federación Autismo de Galicia y en la entrevista realizada a Javier Tamarit, experto en autismo, en la que habla de inclusión y educación especial. Os dejo el enlace a la página web por si os interesa echarle un vistazo :http://es.tiching.com/javier-tamarit-se-necesita-creer-en-la-inclusion-de-todo-ser-humano/recurso-educativo/751672

 

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